Donde la moda se respira en el aire.
Dior nos deleito con sus tejidos y transparencias, nos trajo todo lo náutico y nos llevo en crucero hasta Hawai, pero en Chanel los tejidos fueron de otro nivel, alcanzado el "clasicismo chic" e impregnando el alma de "le grand Mademoiselle" en cada una de las piezas que con sus plumas y transparencias nos hacen vivir el lujo.
Pero Giles Deacon para Ungaro nos dio una primavera negra en donde reino el campo y todo lo francés, donde nos dio el mas "chic de lo encajes" que mis ojos hayan visto y envolviendo a sus maniquís en transparencias y plumas, de regalo una de las mas grandes voguete's rindiéndose ante el catwalk Anna Dello Russo.
Y la YSL nos trajo modelos envueltas en telas de nombres impronunciables, transparencias y clásicos legendarios que revelaron la 7ma esencia parisina y nos hizo ver el lujo a través de los ojos de Pilatti, pero si de lujo hablamos, existe Lanvin trayéndonos mas mujeres fatales con inspiración carnal que se expresa en vestidos color piel y haciendo de las arrugas dignas de la vejez, plisados espectaculares aunado a una joyería de ensueño.
Hablando de sueños Balenciaga nos sume en el futurismo y Ghesquieré nos muestra su hambre de innovación en piezas cortadas con láser, estampados de neón, demostrando que Balenciaga aún es de Balenciaga y nos ha traído tecnológicamente su alma.
Alejándose de la tecnología esta Givenchy que nos invita a su aquelarre y haciéndonos rendir ante el leopardo que en Givenchy no es sensual, es gótico, vuelos, transparencias y cuero que nos muestran una oscuridad pagana.
Una Louis Vuitton que vive el "fiasco" que sigue trayendo la esencia de la mujer portentosa a la pasarela, ataviadas de monogramas y quimono, y envueltas en las rayas de la cebra y la jirafa, jugando con las cinturas femeninas e hipnotizandonos con una absurda rapsodia de inspiraciones que nos hace perder el norte. Inspiraciones reales son las de Sarah Burton para Mc Queen quien propone volver a las mujeres diosas míticas y envolverlas en couture que raya en fantasía, con la inspiración mas noble de todas, la primavera y el verano en si mismos.
Y para finalizar un Elie Saab que hizo vivir la peor de las pesadillas a Louis Vuitton, develando un delirio 70toso de fama y glamour, alejada de la pureza de la época de Giambattista Valli; con incrustaciones de piedras, encajes y transparencias que harían sentir a cualquier mujer la mas bella y deseable de todas Saab rindió París a sus pies...
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