París HC S/S 2011

Armani Privé

Chanel

Christian Dior

Elie Saab

Givenchy

Jean Paul Gaultier

Maison Martin Margiela

Maurizio Galante

Maxime Simoens

Valentino

Zuhair Murad

Stephane Rolland

Si un nombre debería llevar esta semana de la moda sería: "fabrica de princesas" Armani Privé con sus delirios futuristas, creando princesas de otros siglos venideros, aprisionando las piernas de las mujeres, impidiéndoles dar paso como una vez lo hizo Poiret, pero si de "princesas" hablamos también esta Elie Saab con creaciones que se convierten en el deseo de "la princesa clásica" al igual que Zuhair Murad, pero este despierta el lado mas "salvaje y sensual" de estas "cenicientas modernas".

Un francés que causa furor entre las "trendys" newyorkinas es Maxime Simoens, este que traslado toda su "fabrica de princesas" hasta París, para, desde la capital de la "haute couture" seducir a las "gossip girl y princesitas de Upper East" y las chequeras de sus padres. 

En Chanel, eternamente se recuerda "no a una princesa" si no a una "demimonde" que se convirtió en "le grand mademoiselle" y reescribió la moda a su antojo "Coco Chanel", en Alexis Mabille todo la alta costura quedo devenida a trajes de comunión y las pajecitas de esta fabrica de princesas parisinas.

Givenchy se vistió de cisne, pero no como en "Black Swan" si no como en "lago de los cisnes" y dejo de lado lo gótico, para esta vez convertirse en la mas romántica de las casas parisinas, haciendo una colección con tal precisión en los detalles, que estas "princesas"  deben estarse preparando para satisfacer el deseo a golpe de talonario.

Valentino, no trajo princesas, si no reinas isabelinas y vitorianas, "creando musas" como solo Valentino sabe hacer, en Martin Margiela, hicieron todo lo contrario, ni reinas, ni princesas, solo creatividad y explosiones florales y pop.

En Dior tampoco se vio la "realeza" de la marca que vistió a tantas reinas y sigue viendo hacia su pasado de grandeza, que me hace recordar la mítica frase de Snow "esto es un New Look" por ultimo Stephane Rolland, que reescribe los cuentos de hadas con creaciones modernas, creando por fin la ideología de la princesa del siglo XXI